viernes, 19 de agosto de 2011

quiero comentarte, ayer salí corriendo hacia un lugar que me atrae solo con los perfumes del ayer, medio consciente del hecho que en la ciudad se olvido del cielo y que las praderas descuido del aire; yo simplemente corrí en busca de un libro de cuento olvidado, en el pequeño montículo de arena que utilice como castillo de protección de mi hermano el rey...
el sonoro viento me deja ver que el camino no era tan lejano, que me olvide ser pequeña otra vez, al extender los brazos en una profundidad ya conocida, sentí el último latido fuerte de un corazón viejo y sano;
"era costumbre buscar y buscar, no siempre es llegar a la meta; es simplemente vivir sin escapar de los ruidos atormentados, de las peleas, lastimada, agobiada, olvidada, alma sin espejo olvidaste mis palabras"
el aroma del café recién molido y los cigarros aplastados en la roca, con una pizca de mar entra en mi ser una y otra vez...esa sonrisa no se puede borrar.

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